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7.9.09

Un tren viejo es el que llega hasta anhedonia

Por su cumpleaños número veintidós, Lawliet se obsequió dos pasajes en tren, uno de ida hasta Anhedonia, para pasear por las veredas tristes de la calle Chapman, y otro de vuelta, para no olvidarse de lo lindo que es reír.

No creo que Lawliet lleve mucho dinero, siempre que viaja, el tren le obsequia placas viejas de recuerdo, que después cambia en el mercado por un par de cigarrillos y una taza de café. Este es uno de esos viajes de maleta chica, no hay espacio para suvenires.

4 comentarios:

  1. ¿Dónde queda ese mercado?
    Tengo pilones de placas viejas de recuerdo, al menos deberían servirme para los cigarros y el café también...

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  2. queda en anhedonia, a cinco cuadras de la plaza... donde salen las micros del alrededor... los precios son muy buenos...

    un beso vecina

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  3. q lindo...pero quiza puede traer paisajes en hojas de papel, esos no ocupan tanto espacio y son lindos souvenires xDD

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  4. lilo, tienes toda la razón... se lo voy a comentar a ver q le parece...

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