temporada de narices frías temporada de narices frías
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8.6.09

Dos pasos...

Dos pasos fueron suficientes para dejar las chaquetas con olor a naftalina del ropero y aferrarse a la espalda del chico del espejo. El frio de sus manos se le pegaba a la piel, su boca le susurraba palabras al oído, sus dedos le dibujaban corazones invisibles en la ropa y cuatro tajos en el brazo, ese que llevaba, como siempre, a la derecha.

1 comentario:

  1. A mí no vendría nada mal un poco, sólo un poquito de impulsividad.
    Me gusta esto del ropero y su soledad.

    Un beso N.

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